Elisa resopló con indiferencia y a la vez su mirada reflejó severidad. Tras ver la notificación de transferencia, continuó jaqueando el código. La joven parecía que había ignorado al hombre que estaba a su lado, incluso Gabriel estaba sorprendido que interactuaba con Elisa de manera despreocupada. Él recordó cada vez que se relacionaba con ella; no podían sentarse y hablar con calma, pero, en ese momento, aunque no dijeran nada, estaban bastante calmados.
En cuanto al Departamento de Informática de Grupo Weller, todo el mundo allí estaba pasmado. El hombre rudo y fornido se quedó boquiabierto.
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