Justo cuando el señor Miranda había terminado su llamada, le sonó el teléfono. El hombre se veía bastante serio y, durante toda la conversación, miraba a Elisa con preocupación. Lo cual hizo que ella también se preocupara. Después de que el hombre cortara, se acercó a ella con una expresión de tristeza.
—Señorita Elisa, le pido disculpas. Tengo que anular el trato...
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread