Ay, ¿cómo podía Vicente tener la mente para preocuparse por ella ahora mismo? Le perturbaba lo suficiente la imagen de Raquel mirándole con furia cuando se marchó como para que le viniera a la mente. Como anfitriona, Elisa no quería que la situación se pusiera demasiado fea, así que pidió a todos que volvieran a sus habitaciones.
—Llamen a recepción y pidan lo que quieran comer. Se está haciendo tarde, así que deberíamos descansar pronto. —Ella también se esforzaba por mantenerse despierta en ese momento. Después de decir eso, inmediatamente empezó a bostezar.
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