Elisa parpadeó sorprendida. Cuatro hombres estaban en el lugar de traje. Sus posturas variaban entre sí. Algunos estaban sentados derechos y otros de manera casual. Incluso había algunos que giraban la copa de vino para probarlo. No obstante, cuando Elisa apareció, todos se detuvieron y miraron fijo en su dirección.
Lucas Nolan entrecerró los ojos, se acomodó los anteojos de marco dorado y dijo sonriendo:
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