Gabriel habló con un tono dominante y no dejó espacio para la negociación.
—El sofá es demasiado pequeño. Podrías lastimarte por accidente la herida al darte vuelta. —Elisa se opuso e insistió en dormir en el sofá. La disputa anterior solo fue para molestarlo, ella no tenía la intención de dormir en su cama porque no podía conciliar el sueño con su persistente aroma.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread