Después de que Carrera se fue, Elisa se sintió incómoda y miró por la ventana. Gabriel había desaparecido sin dejar rastro hacía algún tiempo, sus pensamientos estaban en un estado de confusión, y así, esperó hasta el anochecer.
A mitad de camino, alguien entró a entregar comida, pero no era Cara cortada, era probable que Carrera también supiera lo que ese tipo estaba pensando y con la inminencia del parto, no quería que surgiera ninguna complicación.
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