—No, no, no. —Karina hizo un rápido gesto con las manos. —La señora Simonetti también piensa en lo mejor para mí. Ella entiende mi intención, ¿cómo puede considerarse esto un acto de fuerza?
Isabella no quiso seguir discutiendo con ella. De todas formas, no se creía las tonterías que Karina soltaba. El ambiente se volvió un poco incómodo por un momento. Tras un momento de contemplación, Elisa preguntó:
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread