Ella tenía suficiente tiempo para enviarle la grabación directamente a Gabriel. Su compromiso estaba a punto de llevarse a cabo. Grupo Weller no había tomado cartas en el asunto, así que debía aprovechar la oportunidad para armar un revuelo.
—Querida prima, ¿deseas que te humillen? —La mujer observó sus uñas cuidadas—. Seré generosa y te daré otra oportunidad para que me pongas a prueba.
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