—¿Solo disfrutas más tiempo de la diversión o tienes demasiado miedo de conocerme en persona y por eso actúas así? —dijo luego de reír mientras se burlaba de ella—. No conocerme equivale a ser una sinvergüenza, ¿no crees?
—Tú... —La persona se apresuró, pero mantuvo la compostura y rio por lo bajo—: Ja... verás, quiero probar si eres una oponente digna. Si puedes mantenerte con vida, puede que te permita conocerme. Espero que no defraudes mis expectativas.
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