Sandra entreabrió la boca, pero no pronunció palabra, no sabía qué decir. Después de todo, sabía mejor que nadie lo fuerte que era su hija. La capacidad de Nicole para superar los obstáculos con serenidad era la razón por la que toda la familia se sentía aliviada al cederle la compañía. Sin embargo, Gabriel era la única excepción para ella; él era la única persona que podía dejarla vulnerable y hacer que se emocionara. Nadie más en el mundo podía hacerla sollozar. Sandra le tomó la mano y le quitó el teléfono.
—Deja de leer. Conoces la situación mejor que nadie.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread