—No... ese no es el caso.
Linda tenía los ojos rojos; parecía como si hubiera enloquecido. De inmediato, Rosa dejó de sonreír. Norberto miró el teléfono de su mujer, le parecía que algo no andaba bien.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread