Elisa frunció el ceño con fuerza. Gabriel estaba en un estado terrible, había sido drogado y disparado. Tenía una excelente resistencia sorprendente a las drogas y al dolor. Ahora que estaba en tal estado, tal vez tenía algo que ver con su mente, o tal vez no había sido atendido de manera adecuada.
Elisa lo pensó y le dio una píldora blanca que había desarrollado. Después de eso, llamó a seguridad para que ayudara a llevar a Gabriel a su auto, y lo llevó al hospital. En el área de emergencias. Jeremías acababa de terminar sus rondas y de tratar a los pacientes. Justo cuando salía de su oficina, vio que llevaban a Gabriel, también vio a Elisa a su lado. Jeremías frunció el ceño, su expresión era grave y solemne.
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