Mientras observaba la expresión de Gabriel, Vicente no paraba de sonreír. Como él era una persona descuidada, no se había dado cuenta del comportamiento inusual de su amigo hasta de ese momento. De hecho, había sido Jeremías quien le recordó que debía vigilarlo; por lo que ese día aprovechó la oportunidad para burlarse de él. Al ver que Gabriel miraba fijo la pantalla, Vicente esperó con paciencia.
—Señorita Benedetti, usted se ha visto con al señor Domínguez incluso antes del divorcio. ¿Es él la razón por la que se divorció del señor Weller? ¿Se ha estado acostando con el señor Domínguez?
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