Ana parecía enamorada mientras miraba a Gabriel, hacía días que no lo veía, y seguía siendo tan guapo como lo había visto por primera vez, a pesar de que Ana trató de no verse afectada, no pudo evitar que su respiración y los latidos de su corazón se aceleraran.
Gabriel se había bronceado más, eso lo hizo parecer aún más guapo a sus ojos.
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