—Si no puedes supervisar este proyecto, no hay necesidad de trabajar juntos.
Todos se quedaron sin habla. Norberto y los demás de su lado tenían expresiones de disgusto. En cuanto a aquellos que estaban del lado de Elisa esbozaban una pequeña sonrisa. Elisa ya había anticipado lo que diría Guillermo, además, se lo había informado de antemano.
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