Capítulo 295 ¿Por qué Compañía Benedetti no lo arrebató?
Elisa se dio cuenta de la ironía. En el pasado, había llamado a Gabriel innumerables veces para saber si estaba en casa para cenar y, esa vez, también tendría que llamarlo para preguntarle si estaba libre para comer. Ella vaciló un rato y luego tomó el teléfono para llamar al asistente de su exesposo. Tomás se sorprendió al ver que la mujer estaba llamando. Aunque el señor Weller y ella estaban divorciados, él no había borrado su número. El asistente sospechó que debía ser porque su jefe seguía negando su relación, así que no se atrevió a hacerla esperar mucho tiempo y contestó de inmediato:
—¿Señorita Benedetti?
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