Mientras tanto, Elisa notó que el auto se detuvo en un destino desconocido, supuso que estaba en el campo, en algún lugar cerca de una fábrica, debido a la transición de los sonidos de las bocinas de los autos en la ciudad al canto de los gallos y los ladridos de los perros, además, se escuchaba el sonido de una enorme planta industrial en funcionamiento.
Cuando se quitó la capucha abrupta, le costó abrir los ojos. Elisa entrecerró los ojos, mirando el lugar frente a ella.
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