—Abuela, sabes que no me quiere y solo me odiará más si seguimos con esta farsa. Ahora mismo, lo mejor para los dos es el divorcio, así que déjanos hacerlo. Es una oportunidad para que seamos felices —dijo tras suspirar.
La voz de Elisa se escuchaba más tensa al final de su súplica y Julia palideció. «¡Elisa era una nieta política tan buena! ¿Cómo pudo mi tonto nieto dejarla ir tan fácilmente?». Parecía que ya habían decidido divorciarse y nada de lo que ella pudiera decir los haría cambiar de opinión. No podía ser tan egoísta, por mucho que la adorara y quisiera que siguiera casada con él. Gabriel nunca se preocupó por ella; ni siquiera llevó a su esposa a casa durante los tres años que estuvieron casados. No era lo que haría un hombre decente; no cumplía con sus deberes como esposo, por lo que obligarlos a permanecer juntos solo lastimaría a Elisa. Sin embargo, Julia odiaba la idea de que se separaran; se sentía bastante contrariada. En ese momento, lo único que quería era llamar a Gabriel y gritarle porque estaba furiosa.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread