Entretanto Siena hablaba, se le caían lágrimas. La expresión de Raquel cambió.
—¡Ah! ¡No llores, cariño, no llores! Los hombres no merecen la pena. Carlos es nuestro amigo, pero solo es eso. Si fuera tu novio, podría suceder algo espantoso.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread