En poco tiempo, Elisa se convirtió en el tema de conversación de todos. Las personas miraban en su dirección, estaban atónitos al ver lo rápido que alcanzó el primer lugar desde el último hacía unos instantes.
Gabriel centró su atención en el auto de la mujer hasta que la perdió de vista. «¡Elisa!». Con ese pensamiento en mente, cerró los ojos para intentar controlar su ira.
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