Capítulo 695 ¿Qué tal si vienes con nosotros, hermosa?

Después de salir de aquel bar, Elisa no tenía prisa por volver a casa. Podía sentir el viento a su alrededor y la brisa le refrescaba la piel. De repente, se le quitaron las ganas de conducir. Pensó en la época en que su padre aún vivía y empezó a sentirse tranquila. Entonces, paseó por los alrededores del estacionamiento subterráneo. Desde allí, podía ver las luces de la ciudad y oír el tráfico en las calles, junto con los chillidos de las salas de juego cerca de allí y la música que sonaba por los altavoces. La canción que sonaba no la conmovió como la anterior. De hecho, no le gustó, así que caminó por otra calle. No había nadie allí y estaba oscuro. Caminó hasta un lugar donde la farola no tenía luz. Estaba oscuro, pero Elisa aún podía ver el camino delante de ella, gracias a la luz de la luna. Encontrar un lugar tan tranquilo para pasear en la bulliciosa ciudad era difícil. Sintió que la tristeza desaparecía cuando el viento sopló suave sobre ella.