Gabriel creía que Elisa y Gonzalo estaban en un avión, regresando a Madeira. De lo contrario, Elisa no habría apagado el teléfono. Elisa ya estaba a salvo, ya no bajo el control de Carlomagno. Gabriel llegó a la habitación de Julia en el hospital. Aunque Julia ya no estaba bajo la influencia del insecto venenoso, su cuerpo seguía débil.
Con Daniel a su lado y los recuerdos de sus acciones resurgiendo lentamente en su mente, Julia sintió un profundo remordimiento.
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