Ella sabía cuál era su lugar; era adecuada para el puesto, pero no lo merecía. Elisa no estaba interesada en volver a estar relacionada con Gabriel.
Vicente la miró y comenzó a sumirse en sus pensamientos. Siempre había creído que era bastante carismático con las mujeres, pero lo que le había sucedido ese día… Vicente se había olvidado de que sus habilidades habían funcionado en esas mujeres porque sentían algo por él. Algunas estaban obsesionadas con sus atuendos, algunas con su cuerpo y otras con su dinero. Por lo tanto, nunca había sido serio con las mujeres. Muchas aparecían con tan solo un chasquido de dedos.
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