—Felicitaciones por su regreso sano y salvo, Señora Benedetti. Durante tu desaparición, hemos estado orando. Gracias a Dios. Los cielos han escuchado nuestras oraciones.
—En efecto, sin la Señora Benedetti, quién sabe qué pasaría con la empresa.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread