La señorita Benítez estaba pensando en la ejecución de la propuesta cuando hizo esa pregunta. Elisa miró a Gabriel por el rabillo del ojo y se dio cuenta de que no tenía intención de hablar, como si quisiera que ella manejara sola la situación. Si Elisa no podía mantenerse firme, le resultaría difícil llevar a cabo aquel encargo. «No me importaría tanto si no estuviera relacionada con este plan; solo puedo decir que me lo pidió Gabriel. Sin embargo, si este proyecto trae muchos beneficios, Compañía Benedetti me respetará».
—Señorita Benítez, ¿está dudando de mi capacidad de liderazgo porque no tengo experiencia relevante? —preguntó ante la mirada de todos.
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