—Tercero, cuando el demandado estaba desarrollando un proyecto, no se dieron consideraciones… Cuarto… Quinto… —explicó Elisa sus puntos con expresividad.
Gabriel se quedó con la mirada perdida mientras escuchaba y Vicente palideció porque creía que ella era una abogada común y corriente, pero fue una sorpresa escucharla exponer argumentos detallados sin dudar ni un momento. Si no podía rebatir sus argumentos, no podría ganar. Guillermo sonrió porque ella decía la verdad, y no miró a Gabriel ni una vez durante toda su explicación.
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