En aquel momento, Elisa y Raquel estaban frente a frente. A pesar de que muchos de los invitados tenían su atención puesta en Elisa, solo unos pocos se acercaron a saludarla. Después de todo, que fuera la exesposa de Gabriel era excepcional y, aunque se habían divorciado, los demás no se atreverían a meterse con la exesposa del presidente Weller. Además, la confusa relación entre Elisa y Guillermo también impedía que otros se acercaran a ella. Si lo hacían, podrían ofender a los dos hombres más importantes de la sociedad y tener un gran problema.
Cuando Raquel vio a las dos figuras caminando hacia Elisa, sonrió.
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