«¡No se puede esperar que el tío Gonzalo la proteja porque no tienen ninguna relación de sangre!».
No obstante, Gabriel quedó sin palabras por un momento. Comprendió por qué ella no quería que Raquel viniera a Madeira. Por razones que no podía comprender, pensó en Guillermo en ese instante. Gabriel quería preguntar. Elisa notó que él intentaba hablar, pero se detuvo. Por lo tanto, ella lo animó a hablar.
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