Elisa frunció el ceño una vez más. Había estado ocupada experimentando y no había comido nada, por lo que estaba algo hambrienta. Vaciló por un instante y regresó a la cocina. Vio que Gabriel se encontraba sentado en el sofá de la sala de estar, no tenía prisa por ir a su habitación. Ella reflexionó al respecto y sacó algo de la nevera. La cerró y comenzó a recalentar pizza. Poco después, estuvo lista.
Elisa tomó la pizza recalentada y la colocó sobre la mesa. Como era lógico, Gabriel fue a lavarse las manos y se acercó cuando sintió el aroma. Cuando vio que Elisa le entregaba un plato, él no dijo nada y solo lo recibió.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread