Capítulo 1918 Un rico despiadado
En un abrir y cerrar de ojos, ya era medianoche. Elisa notó que Julia bostezaba incesante, pero no quería dormirse. Elisa es probable que pudiese adivinar la razón, mientras hablaba, de vez en cuando miraba a Julia, no podía evitar secarse las lágrimas que brotaban de sus ojos, Elisa y Gabriel intercambiaron una mirada.
Elisa se sentó junto a Julia y le dio unas palmaditas en el hombro a estas alturas, Julia había recuperado por fin la compostura, aunque sus ojos seguían nublados, teñidos de venas rojas, debajo de sus ojos, se veía una pizca de ojeras, algo que ni siquiera el maquillaje más exquisito podía ocultar. Por supuesto, solo cuando Elisa se acercó se dio cuenta, esto hizo que le doliera aún más el corazón.
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