Quizás Norberto y su familia ya no podían contenerse y empezaron a actuar de nuevo contra ella; Elisa no podía dejar de pensar.
—Debes tener mucho cuidado en el futuro. ¿Por qué no tienes un guardaespaldas? Le pediré a este sinvergüenza que te consiga dos y, así, estaré más tranquila. Ya que ahora eres el objetivo, podría haber sido planeado por nuestros enemigos. No estás a salvo sola.
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