Todos en la sala se sumieron en un absoluto silencio ante la petición del señor Zita. Las habilidades de esa muchacha eran tan asombrosas que todos recordaron lo brillante que era porque la subcampeona solo llegó a la línea final unos minutos después de que ella la cruzó, por lo que era la mayor diferencia entre participantes que habían visto. Ella le habría ganado a la subcampeona incluso dando otra vuelta. La única razón por la que ganó la competencia al año siguiente fue debido a la ausencia de Valeria; si hubiera estado allí, nadie más habría ganado. El silencio se apoderó de la sala durante bastante tiempo mientras el señor Zita contemplaba a sus colegas.
—Supongo que saben lo increíble que es Valeria, ¿verdad?
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