Capítulo 202 Interrupciones inesperadas

El ambiente entre Amatista y Enzo seguía cargado de tensión, aunque en apariencia todo parecía normal. Ella seguía con su helado, jugueteando con la cuchara entre sus labios, mientras su pie bajo la mesa mantenía su travieso asedio sobre Enzo. Él, por su parte, se mantenía estoico, aunque sus ojos oscuros brillaban con una mezcla de advertencia y diversión. Pero entonces, el hechizo se rompió.¡Bourth! ¡Qué sorpresa verte por acá! Enzo levantó la mirada con calma, girándose hacia la voz masculina que acababa de interrumpir su momento con Amatista. Tres hombres se acercaban a su mesa con sonrisas confiadas y expresiones relajadas. Eran conocidos suyos, socios con los que había trabajado en diferentes negocios, aunque ninguno tan cercano como para ser considerado amigo.No esperaba encontrarte en un sitio como este, —continuó uno de ellos con una sonrisa divertida. Enzo sonrió con cortesía, aunque su mandíbula aún estaba tensa por la provocación de Amatista.Las sorpresas nunca terminan. Los tres hombres se acomodaron alrededor de la mesa con la confianza de quienes están acostumbrados a moverse en cualquier círculo social sin pedir permiso.No te molestamos, ¿no? —preguntó otro con un tono despreocupado, aunque claramente ya se habían instalado sin esperar una respuesta. Amatista escondió su sonrisa tras su copa de helado. Enzo pasó una mano por su nuca antes de asentir con una leve inclinación de cabeza. —No hay problema. Uno de ellos extendió la mano hacia Amatista con una sonrisa educada.No nos presentaste a tu acompañante. Enzo entrecerró los ojos levemente, pero fue Amatista quien tomó la iniciativa. —Soy Amatista Bourth.Su tono fue suave, pero con la firmeza suficiente para que comprendieran exactamente quién era. Los tres hombres se miraron entre sí, con un dejo de sorpresa en sus rostros antes de que sus sonrisas se ensancharan. —Ah, claro… —murmuró uno con una sonrisa algo más ladina—. Habíamos escuchado sobre tu esposa, pero no tuvimos el gusto de conocerte en persona. Amatista sonrió con elegancia, tomando otro bocado de su helado sin apuro.Bueno, ahora ya lo tienen. Enzo observó el intercambio con atención, su mano descansando sobre la pierna de Amatista bajo la mesa, como un recordatorio de que él estaba allí.Y ustedes, ¿qué hacen por acá? —preguntó con su tono habitual de control. Los tres hombres intercambiaron miradas antes de que uno de ellos respondiera con una sonrisa relajada. —Negocios, como siempre. Y quizás un poco de placer también. Amatista levantó una ceja con curiosidad.¿Negocios en una cafetería? El hombre rió suavemente. —A veces las mejores oportunidades surgen en los lugares más inesperados. La conversación estaba tomando otro matiz, y Enzo sabía que no tardarían en traer algún tema que requiriera su atención. Mientras tanto, Amatista seguía jugando con su helado, aunque su pie bajo la mesa continuaba con sus provocaciones, recordándole a Enzo que el verdadero juego aún no había terminado. Enzo mantuvo su expresión relajada, pero en su mirada había un dejo de autoridad cuando decidió formalizar la presentación.Gatita, ellos son Iván, Mauro y Tomás.Dijo con calma, antes de mirarlos a ellos.Mi esposa, Amatista Bourth. Los tres hombres asintieron con gestos cordiales, pero hubo un brillo en sus miradas al escuchar la palabra “esposa” repetida con tanta firmeza. Amatista no pasó por alto el énfasis de Enzo. Él nunca dejaba nada al azar, y claramente estaba marcando territorio.Un placer, caballeros.Sonrió Amatista con su habitual elegancia, tomando un último bocado de su helado.El placer es nuestro.Iván, el más alto de los tres, le dedicó una sonrisa encantadora. Pero Enzo no le permitió sostener la mirada demasiado tiempo.Mencionaron negocios. ¿De qué se trata? Mauro, que parecía el más ansioso por hablar, se inclinó ligeramente hacia adelante.Estamos trabajando en un proyecto de entretenimiento más exclusivo. Algo diferente a lo que hay en el mercado actualmente. Enzo tomó su taza de café con calma. —¿Exclusivo en qué sentido? Tomás, que hasta ahora se había mantenido en silencio, decidió intervenir.Lugares selectos, eventos a los que solo se accede por invitación y membresías altamente costosas. Queremos ofrecer experiencias que no cualquiera pueda comprar. Enzo apoyó su codo en la mesa, pensativo.Interesante. ¿Y qué tipo de experiencias? Mauro sonrió con confianza.Desde espectáculos privados hasta casinos con normas especiales. Solo la élite tendría acceso. Amatista observó a Enzo con interés. Sabía que la idea captaba su atención. Los Bourth nunca hacían negocios con cualquiera, y este tipo de proyectos encajaban perfectamente con el perfil que Enzo manejaba. Mientras la conversación fluía, Amatista sintió un movimiento bajo la mesa. Enzo, con su postura relajada, había atrapado su pie entre sus piernas. Ella parpadeó, sorprendida, sintiendo cómo él comenzaba a acariciarla sutilmente. El descaro de su esposo no tenía límites. Él seguía hablando de negocios con absoluta tranquilidad, sin que su expresión delatara el juego que estaba iniciando bajo la mesa. Amatista, sin perder la compostura, intentó retirar su pie. Pero Enzo no se lo permitió.¿Qué pensás, amor?preguntó de repente, mirándola directamente. Amatista parpadeó otra vez, obligándose a enfocarse.Me parece una idea interesante.Sonrió, ocultando su desconcierto.Pero solo si se maneja con la exclusividad que prometen. Enzo la miró con una sonrisa torcida.Exactamente lo que estaba pensando. La conversación continuaba con total normalidad, pero bajo la mesa, la verdadera negociación se estaba llevando a cabo. Enzo mantenía el pie de Amatista atrapado entre los suyos, su toque firme, dominante, dejando claro que ella no tenía escapatoria. Pero Amatista nunca había sido de las que aceptaban quedarse quietas. Si él quería jugar, entonces lo harían en sus términos. Con una expresión impecablemente serena, Amatista comenzó a hacer presión con su pie en la entrepierna de Enzo. Su movimiento fue sutil, casi imperceptible, pero el efecto fue inmediato. Enzo se tensó apenas un segundo, su mandíbula marcándose levemente mientras su mano se cerraba con más fuerza alrededor de su taza de café. Pero, como el estratega que era, no mostró ningún otro indicio.La exclusividad es lo que hace que este tipo de negocios sean rentables, —continuó diciendo, su tono tan impecable como siempre—. Si cualquier persona puede acceder, pierde su atractivo.Exacto, —asintió Mauro con entusiasmo—. Queremos que sea algo completamente único. Un lugar donde la élite pueda moverse sin preocuparse de que alguien de menor nivel social tenga acceso. Amatista sonrió con un aire de diversión.Si buscan exclusividad, entonces necesitan más que dinero como filtro. Su pie siguió presionando con una suavidad engañosa, variando el movimiento con una lentitud exasperante. Enzo la miró de reojo, sus ojos oscuros dejando escapar un destello de advertencia. —¿A qué te referís, amor? —preguntó con voz controlada. Amatista fingió un aire despreocupado.A que el dinero no es el único indicador de exclusividad. No basta con ser millonario para tener acceso a ciertos círculos. La reputación, las conexiones y hasta la discreción son igual de importantes. Tomás asintió lentamente.Es cierto. No podemos permitir que cualquier nuevo rico con ansias de derrochar dinero entre a este negocio.Exacto.Amatista movió su pie apenas un poco más fuerte, sintiendo cómo el cuerpo de Enzo se tensaba por completo, aunque su rostro seguía imperturbable. Ella sonrió para sí. Lo estaba provocando. Y le encantaba.Hay que filtrar bien a los clientes.Continuó ella, ignorando deliberadamente la tensión de su esposo. Enzo respiró hondo.Definitivamente. Pero su mirada ya no estaba en la conversación. Estaba en Amatista. Y en lo que pasaría cuando esta reunión terminara. La conversación continuaba con total normalidad, pero bajo la mesa, la verdadera negociación se estaba llevando a cabo. Enzo mantenía el pie de Amatista atrapado entre los suyos, su toque firme, dominante, dejando claro que ella no tenía escapatoria. Pero Amatista nunca había sido de las que aceptaban quedarse quietas. Si él quería jugar, entonces lo harían en sus términos. Con una expresión impecablemente serena, Amatista comenzó a hacer presión con su pie en la entrepierna de Enzo. Su movimiento fue sutil, casi imperceptible, pero el efecto fue inmediato. Enzo se tensó apenas un segundo, su mandíbula marcándose levemente mientras su mano se cerraba con más fuerza alrededor de su taza de café. Pero, como el estratega que era, no mostró ningún otro indicio.La exclusividad es lo que hace que este tipo de negocios sean rentables, —continuó diciendo, su tono tan impecable como siempre—. Si cualquier persona puede acceder, pierde su atractivo.Exacto, —asintió Mauro con entusiasmo—. Queremos que sea algo completamente único. Un lugar donde la élite pueda moverse sin preocuparse de que alguien de menor nivel social tenga acceso. Amatista sonrió con un aire de diversión.Si buscan exclusividad, entonces necesitan más que dinero como filtro. Su pie siguió presionando con una suavidad engañosa, variando el movimiento con una lentitud exasperante. Enzo la miró de reojo, sus ojos oscuros dejando escapar un destello de advertencia. —¿A qué te referís, amor? —preguntó con voz controlada. Amatista fingió un aire despreocupado.A que el dinero no es el único indicador de exclusividad. No basta con ser millonario para tener acceso a ciertos círculos. La reputación, las conexiones y hasta la discreción son igual de importantes. Tomás asintió lentamente.Es cierto. No podemos permitir que cualquier nuevo rico con ansias de derrochar dinero entre a este negocio.Exacto.Amatista movió su pie apenas un poco más fuerte, sintiendo cómo el cuerpo de Enzo se tensaba por completo, aunque su rostro seguía imperturbable. Ella sonrió para sí. Lo estaba provocando. Y le encantaba.Hay que filtrar bien a los clientes.Continuó ella, ignorando deliberadamente la tensión de su esposo. Enzo respiró hondo.Definitivamente. Pero su mirada ya no estaba en la conversación. Estaba en Amatista. Y en lo que pasaría cuando esta reunión terminara.
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Índice
Capítulo 1 Mi objeto más deseado Capítulo 2 La soledad de la ausencia Capítulo 3 Un refugio en medio del caos Capítulo 4 El regreso de enzo Capítulo 5 Un día para nosotros Capítulo 6 El secreto de la gatita Capítulo 7 Entre terrenos y promesas Capítulo 8 El cumpleaños de enzo: la sombra del secreto Capítulo 9 El peso de las sombras Capítulo 10 La traición bajo la sombra Capítulo 11 Bajo el manto de la tempestad Capítulo 12 El sol y las sombras Capítulo 13 Bajo las sábanas del silencio Capítulo 14 Entre sombras y suspiros Capítulo 15 Bajo el silencio de la mansión Capítulo 16 El peso de la culpa Capítulo 17 Promesas que rompen el alma Capítulo 18 El secreto bajo la piel del lobo Capítulo 19 Un amor que enciende la tarde Capítulo 20 El contrato de prometida Capítulo 21 Entre sombras y compromisos Capítulo 22 Un aniversario silencioso Capítulo 23 Verdades a la luz: una noche en el club privado Capítulo 24 El eco de las decisiones Capítulo 25 Sombras y promesas Capítulo 26 Entre el amor y el control Capítulo 27 Entre secretos y verdades Capítulo 28 Marcas de lealtad y rivalidad Capítulo 29 La herida silenciosa Capítulo 30 La lección de enzo Capítulo 31 "El día que conocieron a 'gatita'" Capítulo 32 La noche en la mansión bourth Capítulo 33 Un día en la mansión bourth Capítulo 34 Entre amenazas y confesiones Capítulo 35 Sombras bajo la mansión bourth Capítulo 36 Bajo el sol del campo de golf Capítulo 37 Encuentros y tentaciones Capítulo 38 Miradas y confesiones Capítulo 39 La tentación en el camino a casa Capítulo 40 La llegada de enzo al club Capítulo 41 En la terraza del club Capítulo 42 Certezas bajo el sol Capítulo 43 La elegancia de lo cotidiano Capítulo 44 Bajo el sol del campo Capítulo 45 Bajo la mirada del club Capítulo 46 La fiesta de francesco Capítulo 47 Recuerdos y bromas en la fiesta de francesco Capítulo 48 Una mañana para dos Capítulo 49 Bajo el sol de la tarde Capítulo 50 Una noche de contrastes Capítulo 51 La intensidad de la noche Capítulo 52 Un juego de estrategias Capítulo 53 Compromisos en la mesa Capítulo 54 Compromisos y límites Capítulo 55 Estrategias y planes Capítulo 56 Una mesa de tensiones veladas Capítulo 57 Una dosis de dulzura y confusión Capítulo 58 Ecos de ambición y confianza Capítulo 59 Un amanecer truncado Capítulo 60 El cautiverio de amatista Capítulo 61 El tiempo se detiene Capítulo 62 El código de amatista Capítulo 63 El juego de las sombras Capítulo 64 Entre el miedo y la estrategia Capítulo 65 Entre las sombras y la resistencia Capítulo 66 La negociación con franco calpi Capítulo 67 El rastro de amatista Capítulo 68 La tormenta en calma Capítulo 69 La espera y la comodidad Capítulo 70 Retorno al refugio Capítulo 71 Entre sombras y luz Capítulo 72 La gran inauguración Capítulo 73 Juegos peligrosos Capítulo 74 Una noche solo nuestra Capítulo 75 Una mañana juntos Capítulo 76 Un desafío en el campo Capítulo 77 Un encuentro en la terraza Capítulo 78 Compromisos y nuevos comienzos Capítulo 79 Una tarde en el jardín Capítulo 80 Destino costa azul Capítulo 81 Un encuentro inesperado Capítulo 82 Una mañana de aventuras Capítulo 83 La lluvia y la sorpresa Capítulo 84 La verdad en la oscuridad Capítulo 85 El silencio en la mañana Capítulo 86 Una resaca para recordar Capítulo 87 "Sombras que se acercan" Capítulo 88 Entre regalos y secretos Capítulo 89 La reunión que perdura Capítulo 90 El compromiso silencioso Capítulo 91 La ira de enzo Capítulo 92 La verdad oculta Capítulo 93 El precio de la verdad Capítulo 94 Nervios y distracciones Capítulo 95 Encuentros y confesiones Capítulo 96 "El fantasma del pasado" Capítulo 97 La verdad oculta Capítulo 98 El silencio de la obsesión Capítulo 99 Decisiones y vigilancias Capítulo 100 El encuentro con clara Capítulo 101 Sombras y promesas Capítulo 102 En un lugar para ella Capítulo 103 Un nuevo comienzo Capítulo 104 Sombras entre el pasado y el presente Capítulo 105 El valor del cambio Capítulo 106 Entre sueños y cadenas Capítulo 107 La herida del orgullo Capítulo 108 Un amor en ruinas Capítulo 109 Siempre será su gatita Capítulo 110 Jugando con el poder Capítulo 111 Un acuerdo frío Capítulo 112 Un nuevo comienzo Capítulo 113 Bajo la luz de lune Capítulo 114 Entre sombras y café Capítulo 115 Nuevas direcciones Capítulo 116 Un destello en la multitud Capítulo 117 Sombras en la fiesta Capítulo 118 Secretos y revelaciones Capítulo 119 Una nueva vida en camino Capítulo 120 Protección y frustración Capítulo 121 La verdad a medias Capítulo 122 El límite de la lealtad Capítulo 123 Un paso hacia el cambio Capítulo 124 Protección en la mansión bourth Capítulo 125 Fiebre en la madrugada Capítulo 126 Una tarde de reuniones en la mansión bourth Capítulo 127 Espacios y silencio Capítulo 128 Interrupciones y confesiones Capítulo 129 Desayuno de conflictos Capítulo 130 Cunas y secretos Capítulo 131 Diez minutos más Capítulo 132 Preparativos y sospechas Capítulo 133 Bajo la seda de la noche Capítulo 134 Sombras entre diseños Capítulo 135 Un juego de ventaja Capítulo 136 Refugio en la calma Capítulo 137 La ira de enzo Capítulo 138 Ecos de la desconfianza Capítulo 139 Ecos de la ausencia Capítulo 140 Sombras en el silencio Capítulo 141 Silencios y revelaciones Capítulo 142 La ira del lobo Capítulo 143 La sombra de la sumisión Capítulo 144 Secretos Capítulo 145 Movimientos silenciosos Capítulo 146 Voces en la oscuridad Capítulo 147 Revelaciones entre sombras Capítulo 148 Hilos de orgullo y desprecio Capítulo 149 Encuentro en el ascensor Capítulo 150 La grieta en la oscuridad Capítulo 151 La sombra de la amenaza Capítulo 152 Revelaciones Capítulo 153 Pasado Capítulo 154 Última jugada Capítulo 155 Bajo la sombra del peligro Capítulo 156 Una huida desesperada Capítulo 157 Ecos del pasado Capítulo 158 La calma Capítulo 159 Refugio en la tormenta Capítulo 160 El adiós temporal Capítulo 161 Bajo presión Capítulo 162 Sabores de seducción Capítulo 163 Ecos de la pasión Capítulo 164 La almohada favorita Capítulo 165 Bajo las risas, la tensión Capítulo 166 Un reloj en el tiempo Capítulo 167 El juego de las sombras Capítulo 168 Interrogatorio a amatista Capítulo 169 La doble jugada Capítulo 170 Cazador y presa Capítulo 171 La espera inmóvil Capítulo 172 A un lado Capítulo 173 El peso de la venganza Capítulo 174 Frágil como el cristal Capítulo 175 La jaula dorada Capítulo 176 Un rastro de fuerza Capítulo 177 Entre la indiferencia y el deseo Capítulo 178 Jaque al rey Capítulo 179 Resaca y suplicio Capítulo 180 Despertar entre sus brazos Capítulo 181 Verdades y juegos Capítulo 182 Almuerzo entre risas y miradas Capítulo 183 Caza en marcha Capítulo 184 Entre poderes y sonrisas Capítulo 185 Conversaciones y juegos de poder Capítulo 186 La noche de reposo Capítulo 187 El inicio de la cacería Capítulo 188 Trampa en el camino Capítulo 189 La caída de un traidor Capítulo 190 Sorpresas en la mañana Capítulo 191 Advertencias al amanecer Capítulo 192 Celebrando a su manera Capítulo 193 Madrugada entre secretos y besos Capítulo 194 De vuelta a casa Capítulo 195 La celebración comienza Capítulo 196 Recuerdos en un girasol Capítulo 197 Aniversario inagotable Capítulo 198 Recuerdos del pasado Capítulo 199 Una noche de coincidencias Capítulo 200 Deseo incontrolable Capítulo 201 Al volante del deseo Capítulo 202 Interrupciones inesperadas Capítulo 203 Provocaciones peligrosas Capítulo 204 El contrataque de amatista Capítulo 205 Sin espacio para el pasado Capítulo 206 El precio de la provocación Capítulo 207 Un despertar en familia Capítulo 208 La única señora bourth Capítulo 209 El amanecer de un nuevo día Capítulo 210 Persistencia y tentación Capítulo 211 En sus brazos, siempre Capítulo 212 Juegos peligrosos en la oficina appCapítulo 213 Promesas selladas en la oficina appCapítulo 214 Dos meses de distancia appCapítulo 215 El mejor regalo app
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