Si Violeta no hubiera escuchado esa conversación, habría pensado que eran una pareja de enamorados. Sin embargo, no esperaba que Donato hubiera intentado drogar a Ariadna. «Me pregunto si lo habrá conseguido». Violeta calmó sus pensamientos y ocultó su ansiedad. Mantuvo la calma y observó, con gran admiración, a Yeimi salir.
—¿Pasa algo? —La voz de Donato estaba ligeramente ronca como consecuencia de la disputa con Yeimi.
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