En ese momento, Violeta sintió cómo la ira se apoderaba de ella, haciendo que su rostro se enrojeciera y se sintió humillada de inmediato. «¿Qué? ¿Otra vez Ariadna Morales? ¿Por qué todos los chicos destacados se sienten atraídos por ella? ¿Están todos ciegos?». Violeta estaba tan enfurecida que sus manos empezaron a temblar. Al mismo tiempo, se alegró de no haberle dicho a su compañera que Julián estaba allí por ella. De lo contrario, sería una situación muy vergonzosa.
—Hay una película y me gustaría invitarla para que sea la actriz principal. Profesor, ¿puede llamarla por mí, por favor? —preguntó Julián.
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