Al darse cuenta de que Sonia y Ariadna lo miraban fijo, Arón supo que habían descubierto su complot con el profesor de Sonia. Ante eso, se sintió un poco avergonzado pese a que por lo general era bastante insensible.
—Todavía tengo algo que hacer, así que por favor discúlpenme. —En cuanto terminó de decir eso, se alejó a toda prisa mientras que a su paso solo se dejó ver una espalda delgada y solitaria.
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