El asistente seguía sin poder creerlo. Si ese hubiera sido su primer día en la empresa, habría creído que Ariadna era demasiado ingenua para creerle a Jacobo y acceder a dejarlo firmar el contrato. Sin embargo, al haber sido testigo de los incidentes con Oliverio y el brazo biónico, sabía que Ariadna no era una mujer común y corriente.
—Esto me parece muy sospechoso, señor Caballero. Le sugiero que investigue un poco más antes de actuar. ¡Podría ser una trampa! —le recordó el asistente.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread