Violeta no podía creer que se hubiera asustado con pensamientos innecesarios. «Aunque Ariadna es brillante en los estudios, nadie puede ser perfecto. El piano está destinado para alguien adinerado. Está totalmente fuera de su alcance». Justo en ese momento, otra idea maligna se le vino a la cabeza.
—Señora Zahir, por favor, dele a Ariadna una oportunidad. Cuando el señor Palomar vea mi actuación, no le importará que ella cometa algunos errores. Después de todo, es solo una fiesta de los de primer año, no un evento musical profesional. —Violeta intentó convencerla una vez más, ya que estaba decidida a avergonzar a la otra muchacha en público.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread