Ariadna no sentía nada, ya no era la misma persona que cuando regresó a la residencia Sandoval así que lo que Hipólito le dijera ya no le afectaba. Sin embargo, puso una expresión de pena y respondió con tristeza:
—Entendiste mal. No salí a jugar ni nada por el estilo. Es que no los vi a ninguno de los dos cuando salí del hospital, así que pensé que se habían ido por alguna urgencia. Supuse que volverían a buscarme cuando se desocuparan. Por eso esperé en la entrada del hospital. Esperé durante horas, pero no volvieron...
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread