Capítulo 325 Ella aún está viva

Solo quedaban dos segundos en el temporizador, así que Ariadna cerró los ojos y gritó en su interior «¡Mamá!», luego cortó el cable blanco. ¡Crac! El cable se rompió, entonces el temporizador emitió un largo pitido. Ariadna bajó la cabeza de inmediato y cerró los ojos, era algo que uno hacía de forma natural ante la muerte; en el lado de Valentín todo estaba calmo ya que contenía la respiración con ansiedad. Había un silencio inquietante en la habitación, ¡tictac, tictac! El tictac del reloj era claro dentro del silencioso lugar; al escucharlo, ella se dio cuenta de que el reloj había hecho tictac dos veces, lo que significaba que habían pasado dos segundos. Abrió despacio los ojos y se sorprendió al ver que el temporizador de la bomba se había detenido exactamente a un segundo antes de explotar. «La... he desactivado con éxito, hice bien». Ella al final pudo hablar después de unos segundos, levantó el teléfono, emocionada, y exclamó: