Cintia cerró los ojos y suspiró profundo.
—Logré comunicarme con algunas personas. Su líder era una anciana elegante, quien también parecía ser mayor de él. Dijo que él ya tenía una prometida y no quería que él y María siguieran estando juntos. Estábamos de acuerdo en deshacernos de María, y luego le conté a Hipólito sobre esto. Él tampoco pudo soportar la arrogancia de tu madre y por ello se unió a nosotros.
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