Mientras tanto, en Horneros, Teófilo había adquirido muy rápido todas las empresas que fabricaban materiales de construcción. Sin embargo, su ayudante no pudo evitar expresar su preocupación.
—Señor Ladén, utilizamos todo el dinero de nuestras cuentas e incluso hemos hipotecado nuestras sucursales para pedir préstamos. Si el señor Navarro no cede ante nosotros en una semana, estaremos en bancarrota. ¿No cree que debería reconsiderar las cosas?
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