—Porque hice la denuncia, Donato. Trataste de violarme, ¿te acuerdas? ¿Crees que lo iba a olvidar por salvaguardar mi imagen y reputación? Solo te tienes que culpar a ti mismo —dijo mientras le sonreía con desprecio, tomando del brazo a Valentín con firmeza.
Ariadna no era una persona misericordiosa, ya que haría que cualquiera pagara el precio si trataban de lastimarla. Donato había asumido que no lo denunciaría, pero simplemente había esperado el momento oportuno para hacerlo.
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