Sin embargo, cuando recordó la condición que le propuso a Abigail, su expresión se ensombreció drásticamente, ya que no estaba segura de que la mujer aceptara. Si Abigail aceptaba, Ariadna aprovecharía la oportunidad para pedirle que llevaran a dos personas más; caso contrario, dejaría de atenderla. Al fin y al cabo, ese era el trato al que habían llegado ambas.
—Tienes que protegerte. Mientras tanto, pensaré cómo podemos hacer para irnos de aquí —comentó Valentín mientras le despeinaba el cabello.
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