Por muy buenas intenciones que tuviera Hernán, Ariadna se mantuvo firme y rechazó su oferta.
—No es que me molestes, pero sabes que soy muy hábil como para protegerme. Tú, en cambio, no deberías quedarte afuera hasta tan tarde, ¿y si alguien viene a por ti otra vez?
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread