Capítulo 1239 Una bofetada

«¿Será que Ariadna todavía espera que Valentín dé el primer paso? Básicamente, todo esto sucede porque ambos son muy similares en varios aspectos e igual de arrogantes, por eso cada vez se alejan más y más. Mmm… Entonces, seré yo quien cause una grieta entre ellos y cuando eso suceda, esa jovencita no podrá culparme. Solo podrá culparse a sí misma por ser tan excepcional. Todos los hombres son criaturas arrogantes y lujuriosas. La conducta de Ariadna haría que cualquier hombre se sintiera inferior y no se atreviera a dar un paso hacia ella». Al pensar en eso, Penélope se sintió cada vez más entusiasmada, tanto que estaba eufórica, así que, cuando Susana y el resto se marcharon a sus habitaciones, ella se sentó en el sofá de la sala de estar y llamó a la ama de llaves con un gesto arrogante.