Capítulo 1803 Engañado

En la isla, los deslumbrantes rayos de sol se filtraban por la mosquitera hasta una habitación. El hombre que estaba recostado sobre la cama se masajeó la cabeza, que le palpitaba ligeramente, y luego abrió los ojos de a poco. De repente, se le ensombreció la mirada e irradió un aura escalofriante. «¡M*ldita sea! No puedo creer que me hayan engañado. Durante todos los años que llevo haciendo esto, nadie había logrado engañarme. Nunca se me ocurrió que caería en la trampa de Martín en mi primer día en la isla». De hecho, Gerónimo pensó que era Martín quien había organizado su encuentro sexual con Ana. «Sabe que vivo al límite y, aun así, envió a su hija a mi cama. ¿Cuál es su objetivo?». Antes de que pudiera comprenderlo, Ana abrió los ojos. Cuando lo vio mirándola fijamente con una mirada tan penetrante, le sonrió de forma seductora. Luego, lo abrazó por el cuello y lo miró fijo.