—Es suficiente. Por ahora descansa. Te llevaré a la rueda de prensa más tarde —respondió Ariadna después de asentir.
A continuación, le indicó al médico que le pusiera un goteo que le repondría la energía y les recordó a los otros médicos que prepararan una silla de ruedas para el paciente. Una vez que terminó, dio una patada al interruptor que controlaba la puerta de la sala de emergencias y salió.
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