Lorena estaba de muy buen humor después de encontrar su bolso. Comprobó cuidadosamente su contenido y confirmó que nadie había tocado nada. Por costumbre, hacía marcas secretas en sus bolsos para saber si alguien había manipulado sus pertenencias. Afortunadamente, la marca secreta seguía intacta y Lorena sintió que ya estaba tranquila.
El contenido era muy importante para ella. Lo sacó de su bolso y lo examinó bajo la luz del sol; lo acarició como un tesoro preciado.
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