De inmediato, Ivana soltó una risa burlesca. «¡Qué mujer estúpida! Debería haber elegido la otra opción». Mientras esbozaba una sonrisa, le ordenó a los guardaespaldas que abrieran la puerta. «Como ha elegido darle de comer a Magnus, será mejor que no me culpe cuando la muerda».
—Ve Magnus, la comida está allí —dijo Ivana después de desatar a Magnus.
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